domingo, 20 de julio de 2014
CAPITULO 26
Pedro se pasó casi toda la mañana al teléfono, desde mi escritorio podía verlo perfectamente, puesto que él se había encargado de mantener abiertas las persianas, era distractivo tenerlo ahí, me costaba poder concentrarme, debía arreglar algunos de los puntos del informe del control interno que le habíamos entregado ayer y con los que él no había quedado muy conforme, además tenía que redactar nuevamente algunos fragmentos de la evaluación de riesgo, pero cuando quería acordar, mi vista se iba a lo que él estaba haciendo y así me quedaba por minutos hasta que él se removía en su asiento y entonces me percataba que otra vez me había idiotizado mirándolo. Por suerte no me pescó ni una sola vez.
Noelia también me había enviado una planilla de estado financiero que había que revisar porque había encontrado algunos errores, agradecí a Dios que aún la tenía cargada en mi máquina lo que significaba que no tendría que pasarla íntegramente.
La mañana se pasó a toda velocidad entre tanto trabajo se me hizo muy corta.
A la hora del almuerzo Mati se acercó a mi escritorio como de costumbre para que salgamos a comer así que tomé mi cartera y nos encaminamos. Mientras salía pude ver como Pedro me observaba, creo que le causó disgusto ver que me retiraba, no intentó disimular su gesto de irritación, durante toda la mañana ambos nos habíamos distraído mirándonos uno al otro, tres veces había advertido que dedicaba su tiempo a examinarme, situación que me estaba resultando bastante incómoda.
Cuando llegamos a la calle mi iPhone sonó era un whatsapp de Pedro.
- Creí que podíamos repetir el almuerzo de ayer pero solo vos y yo aunque veo que elegiste otro acompañante.
- Mati no es mi acompañante es mi amigo y compañero de trabajo, si querés siempre podes unirte a nosotros.
- Gracias, visto y considerando que encontraste mejor plan que yo, invité a mi secretaria a comer, no te preocupes aunque desde lejos seguro nos veremos en el restaurante.
Idiota ¿quien se cree? Acaso pretende que deje de lado a Mati, que ni lo sueñe… Por otro lado si tan interesado estaba en comer conmigo, para que esperar a que me vaya para decírmelo.
- Como gustes, que tengas un muy buen almuerzo, en una excelente compañía, no dudo que se deben entender mucho por lo que seguro la pasarás muy bien.
Estúpido, ¿será que él y ella se acostaron alguna vez?
Los celos me consumían, había logrado lo que se había propuesto, me había puesto a pensar en ellos más allá de un trato laboral, pero en realidad creo que él estaba celoso de Matias también.
- Ni siquiera lo dudes Paula…
No pienso demostrarte una pizca de mis celos, creo que en realidad vos deberías manejar mejor los tuyos ojitos.
- Sugerencia… probá el Bistec en salsa de parmesano y pimienta, una exquisitez.
Esperé pero no contestó, Pedro había conseguido ponerme de muy mal humor…
- ¿Que pasa? — me preguntó Mati, creo que se dio cuenta de mi enojo.
- Nada, apuremos el paso que se nos va la hora del almuerzo.
Llegamos al restaurante y ordenamos una lasaña a los cuatro quesos, en el momento que nos trajeron los platos, entró Pedro con Alison, la tenía de la cintura y la guiaba entre las mesas.
A propósito pasó por nuestro lado y dijo:
- ¡¡Buen provecho!!
Mati levantó la vista pues no los había visto entrar y al unísono le contestamos
- Muchas gracias — yo agregué — enjoy too!
Ambos nos sonrieron y se acomodaron en una mesa muy cercana a la nuestra. No podía sentirme más incómoda…
Pedro y yo podíamos vernos frente a frente.
Mati con disimulo me dijo.
- estas echando espuma por la boca, dejá de mostrarte tan afectada, no seas boba.
- es que estoy furiosa, mirá como se ríen.
- no tenés por que estar furiosa.
- te equivocás, se vino a comer con ella porque me vine a comer con vos, me lo dijo por whatsapp lo hizo a propósito y encima ¿viste como la tenía de la cintura?…
Matias me miró, mientras se llevaba un bocado a la boca, y me dijo
- ¿crees que tengan alguna historia?
- no lo sé y no me ayudes tanto… para que quiero enemigos con amigos como vos.
- no te la agarrés conmigo…
- entonces comé y callate la boca.
- Uy que humor, locaaaaaa.
No me pasaba bocado, pero no quería que Pedro se de cuenta como me sentía en verdad. Mati en ese momento me agarró la mano y me la besó.
Esas muestras de cariño entre nosotros eran tan normales, que eso es lo que hacía confundir muchas veces a la gente de lo que en verdad éramos. En ese momento lo miré a Pedro y supe al instante cuanto se molestó. Que se joda pensé, acaso él no llegó con su mano enroscada en la cintura de ella y además nosotros no tenemos nada, no existe ninguna relación seria como para recriminarnos ninguna acción.
Odiaba sentirme así, pero no podía evitarlo, si bien el me decía que lo único que quería conmigo era sexo y pasión, estas claras muestras de celos y de sentido de la posesión me descolocaban, intenté pasar el almuerzo lo más tranquila posible y con Matias no me costó demasiado, él sabía como distraerme y hacerme reír y lo había logrado.
Aunque de vez en cuando la vista se me iba a Pedro, creo que al momento estaba más encabronado él que yo.
Después de la comida como postre me pedí una manzana asada, tenía ganas de comer algo dulce pero no con demasiadas calorías, Mati se pidió un café.
Me llegó un texto de whatsapp estaba casi segura que era de Pedro porque lo había visto con el celular en la mano.
Cuando lo abrí supe que no me había equivocado.
- Gracias por la sugerencia en el menú, Alison lo consideró un gozo, aunque sé que puedo hacerla gozar muchísimo más de otra forma… ayer me dijiste que tenías imaginación, apuesto a que seguro te estás imaginando como lo haría ¿me equivoco?
- ¡¡Qué hijo de mil putas!!…
No pude contenerme y lo dije en voz alta, Mati me miró y no tardó en preguntar… le sonreí y entre dientes le dije camino a la oficina te cuento. Me llegó otro whats de Pedro
- ¡¡Que boquita!! Aunque considerando las cosas que sabes hacer con esa boca, no me extraña…
- Sos un grosero… pero tenés razón mi boca sabe hacer muchas cosas, entre otras, “mandarte a la puta que te parió,” espero que entiendas lo que te dije sino me decís y te lo traduzco.
Lo miré y estaba leyendo, levantó la vista y se rió con autosuficiencia.
Se había terminado nuestra hora del almuerzo, así que Matias llamó al camarero y pidió la cuenta, pagamos y nos fuimos. Salimos a la calle y me llegó otro whats de Pedro por supuesto.
- te espero en el Faena después del trabajo.
No le contesté. Mati volvió a preguntarme que había pasado y le pasé el celular para que lea, con él no tenía secretos.
- a bueno, tenés razón es un hijo de puta, pero es indudable que está celoso de mí y quiere provocar tus celos.
- no lo veo así, es un pedante que se cree el más irresistible, y me restriega que puede tener a la mujer que quiera cuando quiera… que se vaya a cagar no estoy para enredarme en esos derroteros.
- ¿Vas a ir?
- ni loca, que espere sentado porque se va a cansar, hasta acá llegó mi aventura.
- Vayamos…
Mati me tomó del hombro y así nos fuimos caminando.
Cuando Pedro llegó a la oficina yo estaba haciendo fotocopias así que no lo vi, en el momento que volví a mi escritorio pude ver que él había cerrado las persianas, luego llamó a Alison quien estuvo un buen rato adentro con él.
Me estaba carcomiendo por dentro, pero si creía que iba a salir corriendo a su lado después del trabajo estaba equivocado.
Eligió el peor camino conmigo esa táctica, que la deje para otra sin orgullo.
Rompí un casamiento por una infidelidad y cree que voy a consentir esto… está muy errado.
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