lunes, 21 de julio de 2014
CAPITULO 31
Llegamos a Mundano, el restaurante donde almorzábamos a diario, un muy buen lugar ubicado en el barrio de Palermo SoHo.
Nos acomodamos en una mesa bastante retirada buscando un poco de intimidad.
Como era de esperarse, cuando entramos, medio Mindland estaba ahí almorzando, y por supuesto, las miradas se posaron en nosotros que llegamos abrazados.
¡Ja! Sin duda se harán la panzada cuchicheando, hasta que este chisme sea desplazado por otro, pues que hablen, de todos modos lo hacen siempre, constantemente encuentran algo para sacar el cuero.
Me estoy atracando al big-boss y tengo cuero de sobra para hacerlo, además, sé que a más de una le gustaría estar en mi lugar, pero lamentablemente llegaron tarde para al reparto, porque este hombre está conmigo, se fijó en mí, me inflé de orgullo pensándolo…
El camarero nos trajo la cartilla, yo ordené pollo con salsa asiática y papas cuadradas, Pedro por su parte se pidió un Risotto carnaroli, con hongos y parmesano, también solicitó una botella de Pinot Noir Séptima Noche cosecha 2008, que le recomendé alegando que es de una bodega de amigos de mi familia.
- Sé que es un vino relativamente económico a comparación de los que estás acostumbrado a tomar, pero te aseguro que es muy bueno, por favor probalo, creo que puede gustarte, si luego no es de tu agrado pedís el que vos quieras, pero sé sincero. — Lo piqué yo pago éste, llevó sus ojos al cielo por mi insinuación — En Argentina hay muy buenas cepas.
- Siempre soy sincero. Pidámoslo.
Le hice una guiñadita de ojo.
Después de probarlo, a él le gustó mi elección, le dio el visto bueno al camarero para que dejase la botella.
- Es una cepa muy suave, joven y delicada con aromas complejos y abundantes, en mi país hay muy buenos linajes en vino, el clima de Mendoza en este caso, es muy bueno para el cultivo — le expliqué — si lo olfateas notarás la presencia de minerales de olor ahumado y especiado y también un cuerpo fresco — le dije — si lo saboreas, dejándolo un rato en tu boca también lo notarías, es un vino fresco y elegante.
- Wow para no beber vino suenas como toda una experta…
- Algo he aprendido en la bodega de mi familia, sino sería el colmo — me sonreí y seguí contándole… — Mi padre fue quien me enseñó como catar un vino, él era muy bueno, aunque debo reconocer que mi hermano Gonzalo, es mejor que él… la forma de hacerlo es educando los sentidos, hay que aprender a memorizar sensaciones percibidas y luego usar un vocabulario adecuado, que te permita traducir esas impresiones en cosas posibles.
Pedro me escuchaba atentamente, me tenía tomada de la mano…
- La verdad solo lo pruebo y mi paladar me dice si me gusta o no, no sé como lo hago ni se diferenciar sus sabores. Será cuestión de aprender como verdaderamente se hace.
- Es sencillo, de todas formas creo que tu paladar es muy bueno, aunque no te hayas puesto a pensar porque te gusta, tenés en claro lo que te agrada — le dije — en la práctica es como si debieses explicar a una persona que nunca probó una naranja qué sabor tiene, qué sensación te produce en la boca, a qué huele… la cata es un ejercicio personal.
Pensá en cuáles son los vinos que más te gustan e intentá expresar el por qué de tu preferencia ¿Si es dulce o si es seco? ¿La sensación de suavidad en la boca o de aspereza? Y compará esas sensaciones, con productos que puedas reconocer e identificar, entonces solo describe con tu propio lenguaje.
Se empecinó en que también tomara del vino, y le expliqué que en verdad lo que no bebía era vino blanco, que el tinto, me permitía de vez en cuando una copita, pero no en horario de trabajo, aunque no quería contrariarlo y entonces, asentí solo una copa, igual me pedí mi agüita con gas, no quería estropear el almuerzo.
Seguí contándole de la bodega de mi familia, él parecía estar muy interesado… lo estábamos pasando muy bien, relajados y enzarzados en una conversación fresca y deliciosa, yo ese día estaba muy locuaz, creo que estaba de muy buen humor y no podía ocultarlo. Pedro por su parte también se sentía alborozado e igualmente me refería cosas de su familia, en su relato me reveló que tenían una casa de campo en las afueras de la ciudad en un lugar muy selecto en los Hamptons, aunque no entró en detalles, ni manifestó grandes ostentaciones del lugar, presentía que era una mansión la de la familia Alfonso, pues en esa zona, así son las propiedades.
También me contó que su madre estaba muy renuente a que su padre siga al frente de la empresa, que deseaba trasladarse allí para vivir a diario, pues amaba la paz que en el lugar había y que con ese fin se había comprado alguna vez el lugar, para que sea la residencia definitiva de ellos cuando su papá se retirara.
Me narró que su familia era muy unida y que por suerte todos se llevaban muy bien.
Abstraída en la conversación, fascinada con éste nuevo Pedro que estaba descubriendo, me olvidé de todo, entonces de pronto me acordé que debía llamar a María Paz…
- ¿Qué pasa? — me preguntó al ver que me tocaba la cabeza y fruncía la boca en señal de olvido.
- Debo conseguirle un “Date” a Mikel — le dije sonriendo — casi lo olvido.
- ¿puedo darte un dato para ayudarte? le fascinan las rubias — me dijo frescamente.
- Ah! Entonces creo que definitivamente María Paz es la ideal.
Me sonreí y Pedro también lo hizo, ambos estábamos disfrutando de la mutua compañía, nos sentíamos muy cómodos, solté su mano la cual había estado la mayor parte del almuerzo aferrada a la mía, y tomé mi teléfono para llamar a Mapi así le decíamos a María Paz sus amigos.
Me costó un poco convencerla para que acepte, Pedro escuchaba divertido, mis argumentos y mis métodos de persuasión, cada tanto levantaba mi mano y me la besaba o simplemente me la acariciaba con su pulgar mientras yo hablaba, su vista permaneció todo el tiempo clavada en mí.
Mapi estaba complicada con la audiencia de un juicio que tenía muy próximo y alegaba que no tenía tiempo par salidas, ella era abogada y trabajaba para uno de los mejores estudios de la ciudad, eso significaba que lo hacía bajo mucha presión y además, que el fracaso bajo ningún punto de vista era una opción.
Finalmente cedió y aceptó ir con nosotros.
La diversión de Pedro se disipó un poco cuando llegó el momento de describir el date de Mapi, ella quería saber como lucía Mikel, así que tuve que ser muy explicita, creo que eso a él no le agradó demasiado, la descripción que hice de Mikel fue a boca de jarro. Le describí sus rasgos faciales y luego seguí con su trasero y su caja torácica, estaba hablando con mi amiga y debía entusiasmarla con él para que aceptase. En conclusión, ella pareció intrigada en conocerlo, así que quedamos a las seis y media en casa.
- Vaya, no sabía que habías observado tanto a Mikel. — me dijo Pedro en tono seco y con una seriedad que no pensaba disimular…
-Pedro, por favor… — le supliqué con mis dos manos a modo de rezo — Mikel no es mi tipo, pero no soy ciega, además lo conozco de antes y jamás me sentí atraída por él y lo que resalté sencillamente fue lo que sabía que a Mapi le iba a interesar…
Se me quedó viendo con cara de tujes… luego torció su cabeza hacia un lado y finalmente me sonrió…
- OK, de ahora en más, creo que tendré que estar atento de cuanto lo mirás…
- Bobo — alcancé su mano con mis labios y se la besé.
Le pedí un momento, para enviarle un texto a Ezequiel confirmando el date, mi presencia y también la de Pedro.
Ezequiel bromeó por mi confirmación de que iba con Pedro, pero no le contesté.
Miré la hora…
- La hora de mi almuerzo terminó ¿volvemos?
- No te preocupes por la hora, estás con el jefe — Me dijo pícaramente.
- No quiero abusar de mi jefe y tomarme ciertos privilegios por estar con él…
- Pero yo si quiero que abuses, quiero que te aproveches todo lo que quieras de tu jefe. — Me dijo sombríamente poniendo al descubierto todas sus oscuras intensiones. Se me quedó viendo, tentándome, luego me preguntó — ¿Café o postre?
- Postre, ando muy golosa últimamente…
- Hmm golosa… ¿que querés comer?
Me acerqué y en vos baja, pero empleando toda mi seducción le dije…
- Hmm… podría pedir… una barra de cheesecake de cappuccino con remolinos de chocolate, lo preparan exquisito acá, de hecho era lo que tenía en mente, pero ahora que lo pienso mejor cambié de parecer…quiero…Te quiero a vos enterito… ¿te parece que me podés consentir?
— lo provoqué.
Sus ojos comenzaron a bailotear, y su sonrisa se volvió oscura reflejando sus pensamientos.
Sin pensarlo y sin perder más tiempo, llamó al camarero… pagó la cuenta y luego se puso de pie tomándome de la mano, cuando salimos a la calle, me abrazó y me dijo al oído.
- Andá pensando en todo lo que querés, porque vas a tener que pedir, si querés que verdaderamente te consienta.
Me besó el lóbulo de la oreja y yo me desarmé sonriéndole.
Sacó su celular y llamó a Oscar, solo le indicó…
- No vengas a buscarme.
Cuando llegamos al estacionamiento me dijo…
- Buscá tu auto, yo subo a buscar tus cosas y las mías.
- ¿donde te espero? — Lo toreé, quise saber hasta donde estaba dispuesto a mostrarse conmigo.
- Acá, en la entrada. — Me dijo con toda normalidad.
Le sonreí, me sonrió, y se marchó, fui caminando por el estacionamiento en busca de mi automóvil.
CAPITULO 30
Venía de vuelta caminando por el pasillo y Noelia salía de la oficina de Pedro, entonces decidí esperarla, me apoltroné en la puerta de la suya.
- ¿Podemos hablar? o ¿estás muy ocupada? Sino vuelvo en otro momento no hay apuro.
- Desde luego Paula, entremos y me decís — entramos y me invitó a sentar, lo hicimos en un sofá que había a modo de estar dentro de su amplia oficina.
- Noelia, quería hablarte porque tengo una decisión tomada con respecto a tu propuesta para ocupar tu puesto, me complace decirte que he decidido aceptar.
Me abrazó.
- ¡¡¡Cuanto me alegro!!! Tendrás todo mi apoyo, sé que no me harás quedar mal, confío en vos Paula y sé que sos muy capaz para sucederme.
- Gracias por esta oportunidad, realmente estoy muy agradecida por considerarme.
Ahora habrá que esperar que la junta apruebe mi moción…
- Estoy casi segura que lo harán, escribiré una carta de recomendación bastante extensa te lo aseguro.
- Noelia una cosa más… con respecto a lo que viste en la oficina de Pedro… no me gustaría que me juzgues a la ligera.
- Es tu vida personal y la de Pedro, no me interesa Paula.
Fue tajante en su comentario.
- Gracias, pero aún así dejame decirte que… Pedro y yo por esas cosas del destino nos conocíamos de antes que él llegara… solo que yo no sabía su apellido, tenemos un amigo en común, así fue como nos conocimos.
- Vaya, debo reconocer que el día que los presenté noté algo raro entre ustedes… te lo confieso y me alegro que mi intuición no me haya fallado.
Paula, quedate tranquila, Pedro es un caballero, cuando te fuiste me explicó lo mismo.
Salí de su oficina y me dirigí a mi escritorio. Me senté a seguir trabajando, pero el sonido de una llamada en mi celular volvió a interrumpirme.
Vaya que día pensé…
- Hola Ezequiel.
- Hola amiga… ¿estás ocupada?
- No, decime…
- Este finde vamos a Los Castores, te llamo para invitarte ¿te prendés?
- ¿Quien va?
- Nosotros, los de siempre.
Pensaba decirle a Mikel también, así que… necesitamos un date para él, pensé que podías invitar a María Paz para presentarlos, porque con Estefanía no hubo onda y quería invitar a Pedro también, ¿no hay problema que lo haga?
- No por supuesto, invitalo.
- Supuse que no habría objeción — se rió al otro lado de la línea — pero quería avisarte por si las moscas…
- Bobo… en un rato te confirmo de María Paz a ver si puede y quiere ir, sé que andaba enquilombada con un juicio. ¿Mati va?
- Si, claro va con Dai, entonces Paula, llamame para confirmarme. ¿Tus cosas, todo bien? hace una semana que no se nada vos, ¿Cómo lo pasaste con el amigo de mi primo?
- Uy es largo Ezequiel, después te cuento, veo que no sabés nada… además acá no puedo hablar, le dije en tono más bajo.
- ¿Nada de qué?
- De lo que pasó — le dije entre susurros, la oficina de Pedro estaba tan próxima que a veces temía que me escuchara — te cuento después tengo que cortarte ahora.
- Bueno, me dejaste muy intrigado, pero nos hablamos más tarde y me confirmás please, si no es María Paz, a ver quién se te ocurre…
- Si quedate tranquilo, yo me ocupo, te llamo y si María Paz no puede veo a quien puedo decirle, beso.
- Ok, beso.
Corté con Ezequiel y me llegó un whatsapp de Pedro
- Almorzamos juntos? ;)
- Bueno =)
- Vamos en 15 te parece?
- Dale en quince está perfecto =P
Tecleé un rápido mensaje para Matias.
- Hola amigo me voy a almorzar con Pedro sorry =( que te dejo colgado para comer, estuvimos hablando, después te cuento. ¿Vas a Los Castores? Hace un rato me llamó Ezequiel.
- No te preocupes por mí, disfrutá mucho de tu almuerzo, me alegro que hayan hablado, ya no aguantaba más tu cara de culo ja ja ja!!! voy con Dai ¿y vos?
- Mal amigo… Depende lo que quiera hacer Pedro, quiero pasar el finde con él.
- Ok, entiendo besos.
Pedro salió de su oficina y se paró frente a mi box, para irnos a comer, en el ascensor nos tomamos de la mano y así salimos del holding caminando hacia el restaurante, éste nuevo Pedro relajado y al que no le importaba el que dirán, me gustaba tanto como el otro misterioso de días atrás.
Caminábamos calmos por la calle, me encantaba el contacto de su mano en la mía, me fascinaba que todos me vean en esa situación con él, parecía un sueño.
- Me llamó Mikel, me dijo que su primo nos invitaba a su casa de fin de semana.
- Si, también me llamó Ezequiel hace un rato, por lo general los fines de semana son un clásico en Los Castores.
- ¿Los Castores? — Preguntó Pedro
- Así se llama el barrio privado donde vamos, es un barrio náutico su casa da a un lago con salida al río, es un lugar muy bonito y tranquilo ¿tenés ganas de ir? Hay piscina, Ezequiel tiene un bote con vela ligera y en las amarras también tiene su velero, lo pasaremos bien. No queda muy lejos, es un viaje de cuarenta minutos por autopista más o menos en las afueras de la ciudad, bastante cerca de donde vivía tu madre, ¿no sé si conocés?
- ¿Cerca de San Isidro?
- Bueno un poco más lejos pero no tanto, esto queda en Tigre. Nordelta se llama el complejo de Barrios Privados.
- ¿Cuando nos iríamos?
- En la tarde después de la oficina, tipo siete ¿te parece?
- Me parece ir donde me lleves bonita…
Me soltó la mano y me agarró del hombro mientras depositaba un beso en mi pelo.
Esa demostración de cariño en plena calle me desarmó y sus palabras… ayssss, creo que estoy flipando en colores.
Giré mi cabeza para verlo y le sonreí, pasé mi mano por debajo de su chaqueta y lo tomé de la cintura enganchando mi dedo en la presilla de su pantalón, caminábamos acompasados, creo que en mi cara tenía instalada una sonrisa boba de feliz cumpleaños.
Wow si nos vieran algunos de la oficina sin duda comenzarían con el lleve y traiga, bah… que me importa, que digan lo que digan, yo me lo estoy gozando y no pienso privarme de nada.
CAPITULO 29
Hizo una pausa, creí que me daba el soponcio con lo que me estaba confesando, creo que hasta me faltó el aire, pero siguió diciendo.
- Ella es la novia de mi hermano, lo siento me porté como….
Lo interrumpí…
- como un pelotudo. — concluí y por si no había entendido le dije en su idioma — Wanker
- lo sé, tenés razón.
Me tironeó de las manos y me puso de pie, me abrazó y olió el perfume de mi cuello. Bajó sus manos por toda mi espalda y las dejó reposadas en la redondez de mi trasero.
- ¿Sabés nena que me estás volviendo loco?… hace una semana que te conozco y no he dejado de pensar en vos ni un solo día.
Necesito creerte Pedro, porque me pasa lo mismo quería gritarle, no me lastimes, no me mientas.
En lugar de hacerlo, me entregué a sus caricias.
Se acercó a mis labios y me besó, primero fue un beso tierno que muy pronto se fue transformando en uno muy intenso, me aferré a su cuello y le acaricié la nuca y entonces se separó y me dijo.
- No me acaricies así Paula porque estamos en la oficina…. Mirá como me tenés ya, mi boxer está por explotar. — explicó apoyando su erección en mi pelvis para que sintiera.
Me sonreí y llevé mis manos a su cara, le acaricié la frente y le corrí el pelo, yo aún no había pronunciado palabra después de lo que él me había dicho… y sentía que merecía que lo haga ya que él había decidido sincerarse… tomé aliento y clavé mi mirada en la suya para hablarle.
- Te extrañé ojitos… tampoco entiendo lo que me pasa…
Y aunque me costó hacerle esa confesión y no estaba segura de haber estado bien hacerlo, me sentí más aliviada.
Nos volvimos a besar pero con mimo, no fue un beso con lujuria, fue de esos que te dejan sin aliento pero no por la pasión, sino por la ternura y por la caricia que significan. Pedro era tan tierno y tan intenso, era todo y más... era escandalosamente e irrespetuosamente perfecto.
- Me encantan tus besos Pedro…
- no más que a mí los tuyos... — apoyó su frente en la mía — ¿Cómo sigue esto nena?
Nos miramos a los ojos y cuando estaba por hablarle golpearon a la puerta, me solté de él pero cuando quise separarme y sentarme no me dejó y me volvió a tomar de la mano, eso fue más desconcertante aún, porque mientras me aferraba contestó.
- Adelante…
Noelia entró y quiso hacer un paso hacia atrás cuando nos vio tomados de la mano, intentó continuar con lo que venía a decir, pero se quedó tildada, yo me puse roja de la vergüenza, pero hinchada de felicidad, Pedro en cambio parecía super divertido y con cara de poker.
- Perdón creí que estabas solo, si querés vuelvo en otro momento….
- No, está bien ¿que necesitas? — dijo con cierta seriedad.
Pedro seguía sosteniéndome la mano y Noelia hacia un evidente esfuerzo por no mirar nuestro agarre, mientras intentaba hablarle, pero su vista se iba indefectiblemente hacia ahí, hacia nuestras manos, que permanecían enlazadas, entonces los interrumpí…
- Me voy a seguir trabajando — dije e intenté soltarme de Pedro, pero él entonces levantó su mano junto con la mía y me besó los nudillos antes de permitir que me fuera.
- Ok — dijo y me guiñó un ojo.
Salí de la oficina y me fui al box de Mati tenía que contarle.
Me asomé pero no estaba, decidí seguir caminando en dirección al baño.
Quería gritar, estaba eufórica, no podía creer lo que Pedro hizo delante de Noelia, pero luego que lo pensé me agarró pavor.
No empieces Paula, me diría Mati con toda seguridad, disfrutá el momento.
Si, eso voy a hacer me dije, disfrutar mientras dure…
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