sábado, 19 de julio de 2014

CAPITULO 23




En el camino sonó mi celular, atendí la llamada por el manos libre porque iba manejando.


- ¿Se puede saber donde te metiste? desde la reunión no pude coincidir más con vos.


- Hola Mati, ¿qué estás haciendo?


- Nada, estoy en casa intentando hablar con vos ¿no viste todos mis llamadas perdidas?


- Lo siento, estoy manejando y ya casi llegando a casa porque no venís a cenar y te cuento.


- ¿De donde venís?


- Del Faena Matias.


- A bueno esto me interesa, ahora además entiendo porque no me atendías el puto teléfono. ¿Llevo algo para comer?


- No te preocupes pido una pizza y empanadas, Mati tengo un montón de cosas por contarte y necesito tu opinión.


- OK amiguita en un rato ando por allá.


- Listo Mati usa tu llave para entrar seguro voy a estar bañándome.


- OK.


Llegué a casa, me descalcé y me tiré dos segundos en el sofá del living, estaba exhausta, me acordé que no había agendado el teléfono de Pedro así que busqué mi celular y miré entre mis llamadas perdidas y ahí estaba. Lo guardé.


Pero no pude resistir la tentación de enviarle un whatsapp el había quedado picado, no me fui de la mejor manera, pero se lo merecía y no es que no me había costado hacerlo, mierda si de buena gana me hubiera quedado.


- Hola ojitos ya en casa a punto de entrar a bañarme, hoy fue un día con una mañana de locura y una tarde que mejoró mi día visiblemente.


Esperé unos segundos y contestó


- Que pena que no pueda estar ahí para lavarte la espalda, si te hubieras quedado, lo habría hecho y sin duda hubiese hecho de tu noche la mejor.


No lo dudo ojitos pero un poco debo resistir a tus encantos, para que no te creas el más irresistible, pensé.


- ja ja ja suena tentador.


- sin embargo no te quedaste.


- porque me propusiste cenar no bañarnos juntos.


- ja ja ja tenés razón, entonces la próxima vez ya sé con que tentarte para que si te quedes y no me rechaces.


La próxima vez... eso dijo si, piensa en una próxima vez... 


Pedro no te das una idea de lo mucho que me gustás, y menos imaginás, lo mucho que me costó rechazar la cena, si en realidad lo único que quiero es estar con vos y decirte que si a todo, quería decirle eso, eso es lo que en verdad sentía, pero necesitaba contener mis sentimientos, necesitaba refrenar mis emociones. Releí el mensaje, ¡ja! Te sentiste rechazado, pues eso me gusta, muy buen resultado. Pensé que contestarle y escribí.


- Eso siempre y cuando existiese una próxima vez y llegado el momento si me lo proponés tal vez lo piense y acepte, después de todo el baño que nos dimos la primera vez que estuvimos juntos no estuvo tan mal — lo envié.


- tan mal… ¿no te pareció del todo bien? — a mí, me gustó muchísimo.


- Hmm... Vanidoso te gusta que te alimenten el ego… sin embargo creo que siempre podés sorprenderme un poco más, a eso me refiero.


- OK pensaré con que sorprenderte Paula, vaya ahora creo que el sorprendido soy yo, nena creo que tendré que agilizar mi imaginación con vos...


- ¿Y eso te gusta?


- si estuvieras acá, te aseguro que podrías comprobar muy bien cuanto me gusta este tonteo por whatsapp.


- Hmm... Quizá no lo puedo comprobar pero me lo puedo imaginar, te aseguro que mi imaginación vuela ojitos.


- bueno entonces imaginá y después me lo contás y lo ponemos en práctica ¿que te parece?


- muy prometedor...


- para complacerte siempre preciosa.


- chau Pedro me voy a bañar.


- creo que haré lo mismo luego de este tonteo me he quedado muy duro.


- O_O besos.


- besos, preciosa.


Más que un tonteo en whatsapp la que estaba atontada era yo, pero con él, cerraba mis ojos, recordando todo lo que habíamos hecho en la tarde y no podía sino otra cosa que querer más con ese hombre, mi cuerpo y mi piel ardían de deseo imaginando sus caricias, sus besos. En toda mi vida me habían besado tan bien como lo hacia él... y lo que más abrumada me tenía, es que ocupaba cada uno de mis pensamientos, a cada instante no hacía otra cosa más que pensar en él.

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