jueves, 28 de agosto de 2014

CAPITULO 156




Habían pasado otros dos meses.


Entre una cosa y otra, y tras algunas reformas en los cuartos de baño, Paula y Pedro se habían mudado; en realidad, más por voluntad de ella que de él, puesto que todavía quedaban detalles por arreglar en la vivienda. Los decoradores aún tenían que ultimar algunas cosas en las habitaciones de los niños y también había un equipo de
trabajadores acondicionando la pista de tenis y el embarcadero, ya que Pedro se había empecinado en reconstruirlo, pues necesitaba estar seguro de que el lugar sería sólido y seguro.



Por la noche, después de cenar y de un día muy intenso, se sentaron en el sofá del salón frente al ventanal que daba a la playa. Paula se recostó en el sillón, con los pies sobre Pedro, para que él le hiciera un masaje.


—No puedo creer que ya estemos acá, en nuestra casa.


—Yo hubiera esperado a que las obras terminaran, pero te
empecinaste de tal forma... Además, tengo claro que no hay quien te haga cambiar de parecer.


—Pero, Pedro, lo que falta por hacer no nos incomoda para nada.


—¡Terca, sos una terca!


—Creo que me contagiaste.
¡Mirá que emprender semejante obra en el embarcadero cuando no era necesario!


—Paula, esa madera era demasiado vieja. Necesito saber
que cuando te pongas de pie sobre él no pasará nada.


Ella le tiró un beso y él levantó su pie y se lo mordió.


—Necesito un baño y unos muy buenos masajes de mi esposo; me duele mucho la espalda.


—Muy bien, señora Alfonso, sus deseos siempre son órdenes para mí. Y si de bañarme con usted se trata, me parece una proposición sumamente irresistible.


Se metieron en el jacuzzi y Pedro le masajeó la cintura, mientras le daba besos en el cuello.


—Hum, qué afortunada soy.Primero, por tener un marido tan atractivo; luego, porque me mima mucho, y, por último, y es lo que más me gusta, porque es sólo mío.


—Me encanta consentirte, Paula, te lo he dicho millones de
veces: jamás me cansaré de hacerlo.


—¿Aunque esté gorda y nada atractiva?


—Sos la mujer más atractiva del universo. Además estás
panzona, no gorda, y esta barriga es el regalo más grande que Dios nos ha podido enviar. —Él pasó sus manos sobre su prominente vientre de seis meses.


—Lo sé, y también creo lo mismo, sólo que a veces tengo
miedo de que... no sé, de que otra chica delgada y bonita te haga caritas y vos te obnubiles con sus curvas.


—¡Hey, hey! ¿Qué estás diciendo? —La cogió por la
barbilla y le giró el rostro para que ella lo mirase—. Paula, te amo,¿por qué creés eso? No tengo ojos y pensamientos más que para vos. — Le dio un sonoro beso en los labios.


—Yo sé que me amás, Pedropero tengo miedo, a veces me siento insegura, pues soy consciente de que no es sólo mi cuerpo el que ha cambiado. Con esta transformación, también han pasado otras cosas... por ejemplo, nuestra intimidad no es como era antes.


—Pero es algo circunstancial, Paula, ya retomaremos la intensidad más adelante. Paula, mi amor, cuando te hago el amor, aunque haya posiciones y cosas que ahora no podamos hacer, no me importa, lo disfruto igual, porque sé que te estoy cuidando a vos y a los bebés.
Y vos tendrías que gozarlo de la misma forma.


—Yo siempre disfruto, Pedro¿cómo no hacerlo? ¡Mirá el
cuerpazo que tenés! —Hizo una pausa mientras lo admiraba—. No seas vanidoso, no te rías así. —Ella se acercó y le besó el pecho—.Pero me angustia pensar que te quedás con ganas de más.


—Paula, mi vida, me enfada y me ofende lo que decís. ¿Acaso no te demuestro lo mucho que me hacés vibrar con cada orgasmo que consigo con tu cuerpo?


—¿De verdad?


—Me estás cabreando en serio, nena, no me parece justo que, a estas alturas, tenga que estar explicándote esto.


—No, Ojitos, por favor, no te enojes; intentá entenderme.


—No puedo, Paula, esta conversación es una estupidez total.


—Yo no lo creo así, son inseguridades que me genera mi
estado y, si no las comparto con vos, ¿con quién voy a hacerlo? — Lo besó en la boca y luego le pidió —: Haceme el amor acá.


—Paula acá es medio incómodo. Estás pesada, la barriga
está muy grande, vayamos a la cama, ¿para qué esforzarte?
Tendrías que moverte vos y tu vientre es realmente voluminoso.


—Probemos, al menos probemos.


Él la miró con muchísima ternura: ella estaba angustiada y
Pedro no quería verla así. Le retiró el pelo de la cara y, con el dedo pulgar, le resiguió la boca, se acercó despacio, la olisqueó y le habló sobre la comisura de sus labios.— Te amo, mi amor, te amo con el alma.


Apresó su boca, la acarició con su lengua y la hizo estremecer.
Se apartó unos centímetros y le guiñó un ojo sonriéndole
francamente por la sensación que había desatado tan sólo con un pequeño lametazo. Entonces cogió su mano y la llevó hacia su sexo.


—¿Todavía tenés dudas sobre cómo me excitás? Mirá cómo me tenés, Paula, mirá lo duro que estoy.


Paula apresó su pene y se lo acarició de arriba abajo una y otra vez, mientras él se apoderaba de sus labios con los suyos. Pedro se apartó un instante para tomar oxígeno y se movió para besar su cuello; lo recorrió con su lengua ansiosa, mientras ella tiraba la cabeza hacia atrás.


—Decime que me deseás.


—Como el primer día, Paula, igual que la primera vez que te vi.


Soltó su cuello, la recostó sobre su pecho, estiró el brazo y,
con su mano, buscó su vulva y se la acarició. Le pasó el dedo corazón por la hendidura y notó la viscosidad de su sexo. Sus manos ansiosas se apoderaron de su clítoris, le dio unos pequeños pellizcos, luego lo rodeó con su pulgar y lo acarició una y otra vez hasta que la sintió muy tensa y
jadeante. A él también le faltaba la respiración, estaba muy excitado.


La cogió por las caderas y la levantó, para colocarla sobre su pene. Paula se aferró al borde del jacuzzi y descendió despacio, probando la textura de su esposo.


Ambos soltaron una espiración y a ella se le escapó un gritito, y entonces comenzó a moverse guiada por las manos de Pedro, que la ayudaban a meterse y salir de su miembro. El agua se movía a su alrededor formando remolinos que
acompañaban su excitación. Sus resuellos marcaban el momento, Pedro emitía primitivos gemidos, perdido en su deseo.


—Necesito que te muevas, mi amor, metete más profundo, Pedro.


Él se hundió un poco más, exhalando en cada embestida, y en ese instante la notó tensarse. Paula ladeó la cabeza hacia atrás y pescó sus labios. Mientras buscaba la lengua de Pedro con intenso frenesí, su cuerpo encontró el placer
absoluto. Su sexo devoró al de su hombre, lo apresó y lo oprimió, consiguiendo aumentar sus sensaciones y que él también llegara a la cumbre. Al darse cuenta de que su esposa gozaba así, Pedro se dejó ir y eyaculó gritando su
nombre, le apretó las nalgas mientras la oprimía contra su sexo, su cuerpo se estremeció, se le erizó la piel y hasta sintió vértigo. Para intentar recomponerse de la agitación, él la acunó entre sus brazos y la rodeó con sus manos para acariciarle el vientre.



—¿Estás bien, mi amor?


—Perfectamente, Pedro, y tus hijos están muy felices también, mirá cómo se mueven.


—¡Uf!, creo que con tanto bamboleo se despertaron —dijo él, lo que provocó sus carcajadas.



Poco después, se secaron y se metieron en la cama. Paula
descansaba de costado con la cabeza apoyada en el pecho de Pedro.


—¿Pensaste en lo que te dije en el trabajo?


—Sí, lo estuve pensando, pero aún no quiero dejarlo, no me siento tan pesada como para no poder trabajar. Te prometo que no me esforzaré más de la cuenta.


—Pero ¿qué necesidad tenés, Paula? ¿Por qué sos tan necia?


Pedro, un mes más, quiero esperar hasta entrar en el séptimo mes. Luego aceptaré trabajar desde una terminal instalada acá, pero, por ahora, deseo seguir yendo a
Mindland.


—Terca, sos muy terca, así no vas a llegar a término.


—No es terquedad, PedroRecordá lo que dijo la doctora.
Cuanto más activa esté, mejor; si me quedo todo el día en casa sola, voy a terminar comiéndome todo y me voy a poner como una vaca.
Además, mamá va a venir el mes que viene para esperar el parto con nosotros, así que todo será diferente con ella acá.

4 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyyy, se vienen momentos súper intensos!!!!!!!!!! Cada vez más linda esta novela jajajaja

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  2. Buenísimos los 3 capítulos! como siempre! No pueden ser más tiernos los 2!

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  3. Por dios como me gusta esta novela.. ojitos es todo..amor total a los dos ♥

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