miércoles, 16 de julio de 2014
CAPITULO 16
La junta empezó puntualmente a la hora acordada, durante su transcurso se hablaron de todos los temas que estaban previstos tratar, Pedro hizo muchas preguntas, varias de las cuales tuve que contestar porque me acontecía a mí hacerlo, me escuchó atentamente, refutó algunos de mis fundamentos, pero le dí causa y efecto a mis dichos y terminé convenciéndolo de varios puntos. Noelia me apoyó en todo y también explicó el por que de mis acciones.
Se proyectaron la pre-campañas que marketing quería lanzar, pero Pedro fue muy cauteloso y no dejó escapar ninguna impresión de lo que estaba viendo, solo se limitó a pedir los informes del cálculo de presupuesto para el próximo año entre otras cosas.
Se le entregaron todos los documentos que nos solicitó, algunos quedaron pendientes de entrega, puesto que no los habíamos llevado a la reunión y cerca del mediodía, la primera junta terminó, aún quedaban otras, no menos importantes que ésta, para llevarse a cabo durante los siguientes días.
Había prevista otra con el departamento de desarrollo, una con legales y también una exclusiva con nuestro departamento.
Poco a poco se fueron retirando todos, Pedro se había puesto de pie para tomar una llamada, estaba alejado frente una de los ventanales que daban al exterior del edificio. Veía hacia los jardines mientras hablaba por teléfono, lo hacia en un tono muy bajo, la mayoría del tiempo escuchaba a la persona que le estaba hablando, su expresión de a ratos expresaba desgano y su vista estaba perdida en la distancia, tenia una mano metida en el bolsillo de su pantalón, de pronto oyó algo que lo puso de mal humor, intercambió ofuscado palabras con esa persona, se tomó de la frente y se la masajeó, luego tuvo otro breve intercambio más, y cortó, se acercó a la mesa nuevamente, creo que estaba molesto porque tiró su celular sobre la mesa y comenzó a juntar sus cosas, se encontraba de pie, yo también lo estaba, Matias se había retirado de mi lado, y en ese momento se hallaba hablando en la otra punta de la sala con uno de los chicos de marketing y con Noelia.
Alison la secretaria de Pedro, estaba al teléfono muy cerca de la puerta y de espalda a nosotros.
Levanté la vista y miré a nuestro alrededor mientras seguía juntando mis planillas, en ese momento el hizo lo mismo que yo y al ver que no había nadie cerca, fingió entregarme algo, su actitud me tomó desprevenida y tomé la hoja que me daba por simple instinto, pero solo se trataba de una hoja en blanco, al momento me di cuenta que era una simple excusa para dirigirse a mí.
- ¿Como estás? verdaderamente fue una gran sorpresa encontrarnos acá — se expresó en tono muy bajo y generoso.
Lo miré, sin soltar la hoja que me entregaba, él tampoco la había soltado.
Clavó sus ojos en los míos.
- Sí, coincido con vos, es una gran sorpresa — afirmé — Estoy bien gracias — Por Dios, consideré, esa mirada me nubla, me detiene en el tiempo y congela todos mis sentidos.
- Lamento tu gran confusión del principio, también me sentí confuso cuando te vi entrar — Pedro yo no me sentí confusa, yo casi me muero quería decirle, si supieras todo lo que te pensé el fin de semana, ocupaste cada uno de mis pensamientos, te apoderaste de ellos y me dejaste parsimoniosamente detenida en tus caricias y tus besos.
- Ya ves, el mundo es más pequeño de lo que imaginamos — atiné a decirle, aunque lo que en verdad creía es que se trataba de nuestro destino, sino que otra explicación podía haber.
- Si es cierto — me dijo dándome la razón.
Hablamos en tono muy formal y adusto, como si verdaderamente solo estuviésemos intercambiando temas del trabajo, le saque la hoja de la mano y la puse con las planillas que estaba reuniendo, las junté a todas, les dí un golpecito sobre la mesa para emparejarlas, y las metí en mi maletín, necesitaba terminar con éste contacto, mi vista indefectiblemente se iba a sus labios y perdía toda la razón.
Bueno, finalmente me dedicó unas palabras… pensé, y en ese momento no pude dejar de recordar una vez más cada uno de los instantes que habíamos vivido juntos, habíamos compartido tanta intimidad, nadie de todos los que está hoy acá imaginaba que nos conocemos tan íntimamente, habíamos vivido momentos de mucha intensidad, pero en definitiva eran momentos que pensaba olvidar, claro que ahora visto y considerando que tendría que tener que verlo a diario, tendría que redoblar mis esfuerzos para hacerlo, todo seria más difícil teniendo en cuenta el efecto que Pedro producía en mí.
Ninguno de los dos dijo nada más, terminé de juntar mis cosas y cuando me estaba por ir llegó Noelia y Mati pero yo seguí mi camino y salí de la sala dejándolos a ellos ahí, marché confusa, me sentía indefensa, fuera de lugar y me provocaba cierto fastidio dado que en mi trabajo siempre me había sentido muy cómoda.
Caminé hacia mi box, dejé el maletín apoyado sobre mi escritorio y me trasladé al baño, por suerte no había nadie, entré en uno de los sanitarios, bajé la tapa del inodoro y me senté en él, con mi bolso en la falda y me tomé la cabeza sin poder creer lo que me estaba pasando, mis emociones estaban colapsadas.
De todos los hombres que había en el mundo, precisamente había elegido tener una noche de sexo con Pedro, que resultó ser mi Big Boss, mendiga suerte que tengo pensé.
¿Cómo sigue esto? medité… ¿Cómo voy a hacer para fingir cada día durante todo un mes, habiendo tenido tanta intimidad con él? aún recordaba sus caricias en mi cuerpo, sus manos tocando cada milímetro de él, su sexo dentro de mí, despojándome de todos los sentidos, sus besos que asaltaron mi boca y mi vagina con su lengua.
Dios, se suponía que no lo vería más y encima el condenado esta para morirse de un infarto de tan bueno, ese traje ajustadito le queda increíblemente bien y esos ojos, me deja sin respiración cuando me mira.
Quiero tirarme por el hueco del ascensor ¡Carajo! No es justo que me esté pasando esto…
Yo debo estar meada por un perro, que digo por un perro, estoy meada por un elefante.
Del enojo pasaba a la angustia, de la angustia al enojo y cuando reflexionaba me daba cuenta que era obvio que no podíamos decir que nos conocíamos era poco serio.
Paula no seas tonta, me dije, que querías que Pedro hiciera… en cuanto pudo te habló.
Quería calmar mis emociones para salir de ahí dentro, pero no podía, estaba a punto de largarme a llorar.
Sencillamente y tan pronto como me fuera posible lo único que quería era salir corriendo de esa oficina.
Oí que alguien entraba en el recinto y eso me hizo volver a la realidad.
Intenté componerme, me puse de pie y salí de ahí.
Acercándome al lavatorio, mojé una toalla de papel y me la pasé por la nuca, retoqué mi maquillaje y me fui del sanitario.
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buenísimo!!! seguí subiendo!!!
ResponderEliminarESPECTACULARES LOS 5 CAPS!!!!!
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